Optamos por la senda acertada aquel año. Nos costó elegir el tipo y dudamos durante mucho tiempo. Muchos fueron los nombres y disfraces propuestos, pero finalmente nos decantamos por ese. Era sencillo, no muy caro, cómodo y muy chirigotero. Además daba mucho juego a la hora de escribir.
Se incorporó al grupo David, que al igual que Jesús que ya llevaba algún tiempo con nosotros, sería suplente en la agrupación. El resto éramos los mismos del año anterior, el mismo grupo de voces que se compenetraban de una manera casi perfecta y también el mismo grupo de voces…críticas, que tiraban para atrás muchas de las letras que llevábamos, pues no eran de su gusto. Las tiraban para atrás y algunas las sacaban fuera del local de ensayo, enseñándoselas a componentes de otros grupos, por lo que se montó un lío bastante desagradable. Muchas veces se nos hacía difícil a Pino y a mí llevar una letra nueva al ensayo. Ya esperábamos resignados las malas caras de los de siempre tras finalizar la letra en cuestión. Con todo y con eso, el grupo terminaba aceptando las cosas y trabajó con ganas con el repertorio por el que habíamos apostado y del que estábamos seguros que nos daría grandes cosas, como finalmente fue. La reacción de la gente que pasaba por el local a visitar nuestro ensayo, fue convenciendo a los más críticos y todo anduvo por la senda pacifica que debía.
Posiblemente esa haya sido una de las mejores chirigotas que hayamos sacado. Completa como pocas y encima nos lo creímos, que esa era una de las asignaturas pendientes del grupo, sentirse los mejores, incluso hubo quien se atrevió a dar volteretas en el escenario. La actuación salió bordada y quitando algunos gritos y abucheos por parte de un pequeño sector del público tras uno de los pasodobles, la chirigota gustó mucho. Al cantar el pasodoble del Laarbi, se oyeron algunos silbidos y algún que otro “piropo” sobre todo dirigido hacia mi persona, pero la libertad de expresión no es exclusivo solo para algunos, con que yo también podía dar mi punto de vista, de la mejor manera que se, encima de un escenario, cantando. Quien no estuvo de acuerdo con la misma también lo expresó, eso si, de manera cobarde, escondido entre las masas. Al final, primer premio, premio al autor, premio al popurrí y al tipo. Otro año mas divirtiéndonos en la calle, (para eso no necesitamos premios), y esta vez, el viajecito, a Prado del Rey, en un cortijo chulísimo donde entre cervezas, whisky, fútbol, piscina y gallinas muertas, volvimos a pasarlo de miedo. Estuvimos haciendo bolos hasta bien entrado el verano, y aunque el calor que daban los trajes de gorditos se hacía insoportable, fue una experiencia maravillosa.
Se incorporó al grupo David, que al igual que Jesús que ya llevaba algún tiempo con nosotros, sería suplente en la agrupación. El resto éramos los mismos del año anterior, el mismo grupo de voces que se compenetraban de una manera casi perfecta y también el mismo grupo de voces…críticas, que tiraban para atrás muchas de las letras que llevábamos, pues no eran de su gusto. Las tiraban para atrás y algunas las sacaban fuera del local de ensayo, enseñándoselas a componentes de otros grupos, por lo que se montó un lío bastante desagradable. Muchas veces se nos hacía difícil a Pino y a mí llevar una letra nueva al ensayo. Ya esperábamos resignados las malas caras de los de siempre tras finalizar la letra en cuestión. Con todo y con eso, el grupo terminaba aceptando las cosas y trabajó con ganas con el repertorio por el que habíamos apostado y del que estábamos seguros que nos daría grandes cosas, como finalmente fue. La reacción de la gente que pasaba por el local a visitar nuestro ensayo, fue convenciendo a los más críticos y todo anduvo por la senda pacifica que debía.
Posiblemente esa haya sido una de las mejores chirigotas que hayamos sacado. Completa como pocas y encima nos lo creímos, que esa era una de las asignaturas pendientes del grupo, sentirse los mejores, incluso hubo quien se atrevió a dar volteretas en el escenario. La actuación salió bordada y quitando algunos gritos y abucheos por parte de un pequeño sector del público tras uno de los pasodobles, la chirigota gustó mucho. Al cantar el pasodoble del Laarbi, se oyeron algunos silbidos y algún que otro “piropo” sobre todo dirigido hacia mi persona, pero la libertad de expresión no es exclusivo solo para algunos, con que yo también podía dar mi punto de vista, de la mejor manera que se, encima de un escenario, cantando. Quien no estuvo de acuerdo con la misma también lo expresó, eso si, de manera cobarde, escondido entre las masas. Al final, primer premio, premio al autor, premio al popurrí y al tipo. Otro año mas divirtiéndonos en la calle, (para eso no necesitamos premios), y esta vez, el viajecito, a Prado del Rey, en un cortijo chulísimo donde entre cervezas, whisky, fútbol, piscina y gallinas muertas, volvimos a pasarlo de miedo. Estuvimos haciendo bolos hasta bien entrado el verano, y aunque el calor que daban los trajes de gorditos se hacía insoportable, fue una experiencia maravillosa.
4 comentarios:
De aqui me acuerdo solo de una cosa, estando en el teatro, cuando dijeron 1º Premio "La Senda de los Elefantes", el abrazo que me diste a mi que era uno de los que tenia mas cerca, me hizo grande...PEDAZO DE CHIRIGOTA!!! Que aun sigo canturreando...
Pedazo de año!!! Hasta ahora el mejor
A partir de ese año, saludo al carnaval con una mano desde lo alto de una montaña de la que de momento, no han podido bajarme. Una pena que subiera yo solo, con lo tranquilo que se está allí.
Yo creo que fui uno de los que mas disfruto en el escenario cantando el pasodoble de mi amigo laarbi, a dia de hoy sigo diciendo que en el momento de abrirse las cortinas una chirigota de gordos no vende, sobretodo porque ya estabamos gordos sin el disfraz.
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