Curiosamente para ese carnaval quería “independizarme” y comencé a ensayar con la comparsa “Emigrando” de Emi Espinosa. Pero bastó que mi padre pasara olímpicamente de mí, y empezara a ensayar con los demás por su cuenta, para que yo me comiera por dentro y volviera a mi grupo de toda la vida. Hubo una remodelación profunda en el grupo, las niñas, siempre más difíciles en estas edades, empezaban a desinteresarse por esto de las chirigotas, por lo que mi padre empezó a buscar solo a chicos para ese año. El verdura fue el sacrificado ese año ante la imposibilidad de encontrar a alguien que tocara el bombo, Oscar Robles pasó a tocar la caja, e incorporamos entre otros a Juanjo “el Gitano”, a Santi Pecino (hijo), integrante de la chirigota de los hermanos Pérez, o a Javi Pajares. He de decir que fue uno de mis mejores años en la categoría de infantiles, lo pasamos verdaderamente bien durante todo el año. Yo ya empezaba a llevar “galones” y mi padre me dejaba que hiciera un poquito las cosas a mi gusto, incluso algunas de mis letras ya fueron a concurso. Volvimos a competir contra alguien, una chirigota que sacó el Viru, bastante simpática, con los que nos llevábamos verdaderamente bien. Si no recuerdo mal el nombre era “Pequeñitos pero matones” y recuerdo de ellos el pasodoble, con una música sencillamente preciosa. El tipo para ese año fue el de angelitos, y volvimos a conseguir el primer premio de chirigotas. A decir verdad, cantábamos tan mal como el año anterior, pero el desparpajo y la caradura que mostramos ese año, rompió la balanza a nuestro favor en los premios. Desgraciadamente, tanto el público como las agrupaciones adultas seguían pasando olímpicamente del carnaval infantil, y mi padre cansado de tantos desplantes hacia su trabajo, se rindió. Decidió que esa sería la última chirigota de Pepe Romero en un concurso de carnaval.
2 comentarios:
estaría curioso añadir en esta historia una pequeña curiosidad. Aquel año mi mujer (marisol muñoz) le echó una mano a Pepe con el tipo y maquilló a la chirigota. Pues bien parte de la idea (me refiero únicamente a cómo hacer el tipo) se gestó en el Bar la Primavera de Cádiz con alguna ayuda de Ángel Zubiela. Un cordial saludo.
Santiago Vicente (el padre)
Pues es verdad, marisol, fue quien diseñó el disfraz. Lo que no sabía es que Angel Zubiela tuvo algo que ver en eso...que "nivelaso" ¿no?, jejeje. Un saludo Santi, me alegra verte por aqui.
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