Fueron difíciles los comienzos. Mi padre fue trasladado a Cádiz ese verano para seguir el tratamiento a su enfermedad, por lo que yo tuve que desplazarme hasta allí durante varios meses. Mantenía contacto casi a diario con los componentes del grupo y le cantaba por teléfono lo que iba sacando en mis ratos libres y ellos me iban contando las novedades que iban surgiendo durante el verano. No llevábamos ni quince días de ensayo y tuve que darles la fatídica noticia: mi padre había fallecido. Fue un palo difícil de superar, pero ahí estaban ellos, para apoyarme y para darme todo el aliento y el cariño necesario para afrontarlo. Con que a la semana de tan triste perdida, echando en falta al maestro, pero sintiéndolo presente en cada momento, la chirigota reanudó los ensayos.
El tipo elegido fue de monjas, pero no podía ser una monja, así, sin más, por lo que decidimos que podían estar en un avanzado estado de gestación. Aunque no fue bien recibido el tipo entre algunos personajes del sector más conservador de la ciudad, la verdad es que a nosotros nos resultó muy simpático y a la gente de la calle y a los carnavaleros en general le agradó bastante.
En lo que se refiere al concurso, pues más de lo mismo que el año anterior…gustó mucho en los ensayos generales, la gente estuvo con nosotros, pero volvimos a comernos un mojón de gran tamaño. Me quedo con la reacción de todo el público Ceutí al finalizar el pasodoble que le escribí a mi padre. Seguidores o no de la chirigota, todo el publico asistente al teatro, puesto en pie, con una sonora ovación que levantaba el vello de cualquiera.
Siguiendo con la costumbre de concursar fuera de la ciudad nos inscribimos en el concurso de Algeciras. Como siempre con la única intención de pasarlo bien al otro lado del estrecho, nos presentamos en el teatro Florida, que registraba una entrada más que aceptable al ser una de las noches fuertes del certamen. Conforme íbamos cantando el repertorio nos iba sorprendiendo la reacción de la gente. La afición “especial” se volcó con la chirigota y nosotros se lo agradecimos dándolo todo sobre las tablas. Al salir nos felicitaban y nos citaban para el día de la final ya que en muchas quinielas nos metían dentro. Nos dejaron fuera finalmente, pero aquella actuación dejó un muy buen sabor de boca.
Al no encontrar un lugar donde tomar algo, algunos decidieron irse a echar unas manitas en un bingo cercano y otros a pasar la noche en buena compañía. Cogimos una habitación en una pensión de la zona para dejar las cosas y demás y al final compartimos la habitación para dormir la borrachera antes de coger el barco de vuelta a casa.
También ese mismo año sacamos una chirigota juvenil “La cantera” una agrupación de la que también nos sentimos muy orgullosos. Trabajamos duro con ellos, pero ya empezaron las puñeteras zancadillas y el poco interés que parece que tienen en esta tierra para que salga savia nueva. En festejos se negaron a crear un concurso juvenil, alegando que para una sola que se presenta no merecía la pena, por lo que estos niños tuvieron que medirse en el concurso a las agrupaciones adultas. Años mas tarde salía el cuarteto de Javi Tellez único en la modalidad y se creó un concurso para un solo cuarteto, cosa de la que me alegro , por supuesto, pero con estos niños no lo hicieron. ¿Se cargaron el último intento de levantar la cantera carnavalesca en la ciudad? definitivamente sí.
El tipo elegido fue de monjas, pero no podía ser una monja, así, sin más, por lo que decidimos que podían estar en un avanzado estado de gestación. Aunque no fue bien recibido el tipo entre algunos personajes del sector más conservador de la ciudad, la verdad es que a nosotros nos resultó muy simpático y a la gente de la calle y a los carnavaleros en general le agradó bastante.
En lo que se refiere al concurso, pues más de lo mismo que el año anterior…gustó mucho en los ensayos generales, la gente estuvo con nosotros, pero volvimos a comernos un mojón de gran tamaño. Me quedo con la reacción de todo el público Ceutí al finalizar el pasodoble que le escribí a mi padre. Seguidores o no de la chirigota, todo el publico asistente al teatro, puesto en pie, con una sonora ovación que levantaba el vello de cualquiera.
Siguiendo con la costumbre de concursar fuera de la ciudad nos inscribimos en el concurso de Algeciras. Como siempre con la única intención de pasarlo bien al otro lado del estrecho, nos presentamos en el teatro Florida, que registraba una entrada más que aceptable al ser una de las noches fuertes del certamen. Conforme íbamos cantando el repertorio nos iba sorprendiendo la reacción de la gente. La afición “especial” se volcó con la chirigota y nosotros se lo agradecimos dándolo todo sobre las tablas. Al salir nos felicitaban y nos citaban para el día de la final ya que en muchas quinielas nos metían dentro. Nos dejaron fuera finalmente, pero aquella actuación dejó un muy buen sabor de boca.
Al no encontrar un lugar donde tomar algo, algunos decidieron irse a echar unas manitas en un bingo cercano y otros a pasar la noche en buena compañía. Cogimos una habitación en una pensión de la zona para dejar las cosas y demás y al final compartimos la habitación para dormir la borrachera antes de coger el barco de vuelta a casa.
También ese mismo año sacamos una chirigota juvenil “La cantera” una agrupación de la que también nos sentimos muy orgullosos. Trabajamos duro con ellos, pero ya empezaron las puñeteras zancadillas y el poco interés que parece que tienen en esta tierra para que salga savia nueva. En festejos se negaron a crear un concurso juvenil, alegando que para una sola que se presenta no merecía la pena, por lo que estos niños tuvieron que medirse en el concurso a las agrupaciones adultas. Años mas tarde salía el cuarteto de Javi Tellez único en la modalidad y se creó un concurso para un solo cuarteto, cosa de la que me alegro , por supuesto, pero con estos niños no lo hicieron. ¿Se cargaron el último intento de levantar la cantera carnavalesca en la ciudad? definitivamente sí.
3 comentarios:
Y lo mejor fué que nos tocaron un par de bingos y un par de lineas, lo que pasa es que el dinero no salió del bingo porque nos lo gastamos en pelotasos. Tienes toda la razón en lo del concurso juvenil, una pena, pero estuvieron muy bien los niños.
Otra vez se vuelve a obviar que mi hijo fue la gran atracción en algeciras (cuando hizo de tonta) y también que él fue el que propuso el nombre de la chirigota así como el de ir preñadas (el gitano quería ir de monjas y mi hijo dijo de ir de preñadas.
¿Cuando hablaremos de mi hijo? Ese gran desconocido del carnaval caballa.
Cuando se vaya con los Perez... lo echareis de menos..
Lo de Algeciras fue espectacular señora. Nadie se esperaba al ANtunez haciendo el papel de tonta y fué la sensación de la noche. Perdone usted mi lapsus. Viva el Antunez!!! fiel a sus colores siempre. Enhorabuena funcinario.
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